Antes de emprender cualquier tipo de plan de negocios, es fundamental que sepas qué es y cómo definir la factibilidad de un proyecto. Es decir, qué debes reconocer si un proyecto puede realizarse o no según las capacidades de tu empresa.
Una mala toma de decisiones puede generar la imposibilidad de superar los imprevistos y tus estrategias fracasarán. Si no conoces los riesgos financieros o de rentabilidad de tu empresa y tomas decisiones arriesgadas, puedes poner en juego la continuidad de tu empresa.
Lo más importante es que puedas tomar decisiones acordes y realistas, evaluando su factibilidad. En este post, te contamos cómo definir la factibilidad de un proyecto para asegurarte de estar siendo estratégico en tus decisiones.
En el mundo de los negocios, se define como factibilidad a que un proyecto o plan comercial sea plausible y pueda realizarse de manera efectiva. Esta viabilidad dependerá de un análisis realista de tu empresa y si puede asumir las responsabilidades requeridas por tus nuevos objetivos.
En este video, puedes conocer más sobre los pasos de la factibilidad de un proyecto
Además, este análisis debe considerar si tu empresa posee los recursos necesarios para alcanzar las metas de la manera como fue planeada.
Los estudios de factibilidad son una herramienta de análisis que permite evaluar dos cuestiones:
Este análisis es fundamental para estimar la probabilidad de éxito en el momento de emprender un nuevo objetivo o replantear algún proyecto en marcha.
Es decir, si el proyecto fue factible en algún momento pero la empresa tuvo una baja en su rendimiento, probablemente haya que pausar su continuidad para no seguir afectando los números.
Los resultados son funcionales a la hora de tomar decisiones adecuadas y evitar conflictos venideros. Además, entre sus funcionalidades podemos destacar:
Para comprender la factibilidad de un proyecto, te recomendamos seguir esta serie de pasos:
La evaluación del mercado es fundamental para conocer a tu audiencia potencial. Los proyectos son viables cuando responden a un interés comercial y si el mercado está listo para recibirlo.
Por más que cuentes con los recursos y medios para responder a tu proyecto, será en vano si a tus consumidores no les interesa lo que tienes para ofrecer.
Los recursos deben priorizarse a la hora de contemplar la factibilidad de un proyecto. Debes conocer con detalle tus finanzas para saber si el proyecto tiene lugar o es mejor postergarlo para otro momento.
Ten en cuenta, que los nuevos comienzos suelen requerir de grandes inversiones de tiempo y dinero, por lo tanto debes asegurarte de estar preparado para afrontarlas. Puedes contar con el asesoramiento de tu departamento de finanzas para que sepan orientarte sobre tu situación.
El desempeño de tu empresa hasta el momento es un indicador clave a la hora de evaluar la factibilidad de un proyecto porque te permite obtener información sobre los posibles resultados.
Por ejemplo, en caso de que tu empresa esté atravesando un mal momento económico por una decisión anterior, probablemente debas esperar a recuperarte para emprender un nuevo proyecto.
Los miembros de tu empresa deben ser partícipes de las nuevas decisiones porque la colaboración y el esfuerzo colectivo es fundamental para conseguir el éxito. Es difícil que una sola persona logre un resultado exponencial con su proyecto individual, por lo tanto, la confianza en sus pares es primordial.
Además, cada área tiene su campo de acción y te ayudará a tomar mejores decisiones. Por ejemplo:
Un plan de acción es el paso que le sigue a todas las instancias de análisis anteriores. Aquí, tu proyecto debe ser viable y debes contar con todo lo necesario para lograrlo.
Posteriormente, es fundamental que redactes un informe exhaustivo o resumen con todos los elementos que encontraste en tu proceso de investigación. Debe ser lógico, formal y ordenado.
Como vimos, el plan de acción requiere de un informe de factibilidad detallado. A continuación, veamos qué debe contener:
Este elemento debe ser el inicio de tu estudio de factibilidad. Aquí, debes indicar cuál es el propósito del proyecto, qué metas principales persigue y qué métodos empleaste para llegar a los resultados.
Aquí, debes indicar cuál es la red de trabajo que necesitas para cumplir con el proyecto. Es decir, qué recursos humanos necesitas para lograrlo.
También, debes incluir una evaluación de la capacidad operativa de la empresa en la actualidad.
El estudio debe incluir un menú con las personas responsables de la gestión y dirección del plan. También, el personal y las áreas involucradas.
Todo proyecto implica una inversión, entre las que destacamos: gastos operativos, costos para la adquisición de insumos, contrataciones y producción. Esta parte del estudio es fundamental y una de las más importantes porque es la que te permite visualizar lo que necesitas para que tu proyecto sea posible.
Una vez que estimaste el presupuesto, debes analizar con qué recursos dispones. Incluye las instalaciones, tecnologías y personal capacitado con el que cuentas.
Para saber si tu proyecto es viable, no solo necesitas contar con los recursos materiales. También, es necesario que tu empresa esté apta para cumplir los objetivos en el tiempo planificado.
Por eso, es fundamental la implementación de un calendario donde todos los involucrados puedan ir haciendo un seguimiento de las distintas etapas del proyecto.
Los análisis estadísticos son funcionales para estimar el éxito o fracaso de un proyecto. Ten en consideración los índices anteriores y la rentabilidad de proyectos similares al que vas a emprender.
La evaluación de riesgos permite anticiparse a los imprevistos a los que tu proyecto podría enfrentarse. Una correcta evaluación de riesgos debe incluir todas las probabilidades de afectaciones, complicaciones o interrupciones posibles.
Esta información es vital para que evalúes tu capacidad para superarlos.
Como vimos en el punto anterior, la gestión de riesgos es útil, siempre y cuando planifiques alternativas o soluciones para contrarrestar los efectos. Cuando estudies la factibilidad de un proyecto, incluye las vías de acción que podrías tomar y cuáles no.
Tu estudio debe llegar a un resultado en el que se tome la decisión final: continuar con el proyecto o suspenderlo. Esta instancia es el producto final de todo el análisis.
El estudio de factibilidad de un proyecto es un análisis que debe hacer toda empresa a la hora de iniciar un nuevo camino. Para poder obtener un resultado adecuado en relación a la capacidad de tu empresa, es necesario que atiendas a un correcto análisis financiero, de riesgos y de viabilidad.
En Kaydu, tenemos la mejor plataforma en línea para que centralices toda la operación de tu empresa. Te ofrecemos una estrategia completa y adecuada a las necesidades de tu negocio.
¡No lo dudes! Agenda tu sesión estratégica ahora